sábado, 2 de octubre de 2010

K.O


Nunca es el momento indicado, pero sé que viene pronto cuando siento ese cosquilleo de la ira.

Nunca controlo estas manos que hace daño a cuanto se me atraviesa. Pierdo el control, la paciencia, todo se vuelve tan enfermo, tan ofensivo para mi persona...

Nadie podrá entender estos arranques, nadie podrá entenderme porque sé que a nadie le pasa. Es tan absurdo este enojo que llega y se va y vuelve a llegar y se vuelve a ir.

Lloro por no poder hacer nada, me desespero al recuperar la consciencia y ver que algunas partes de mi cuerpo me duelen. He perdido tantas cosas que he roto, que he arrojado con furia.

Qué pasa con mis padres?, con los que viven conmigo?, nada...no pasa nada. Han escuchado pero fingen no escuchar, finge
n y dirán que eso va a pasar. ¡PERO NUNCA PASA! se queda ahí, no lo controlo, soy débil, estoy frustrada, no encuentro una salida.




Odio esto...

















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